Paisaje lunar: Parque Natural de los Alcornocales

A cuántos nos apasiona ver un paisaje lunar, cuántos hemos soñado con pisar la luna, con ver qué hay más allá de nuestro planeta. Nos atrae todo lo que tenga que ver con restos del pasado, a los que buscamos explicación lógica de la naturaleza mezclada con el paso de los años y la acción del ser humano.

Pues estamos de suerte, porque no hace falta pasar difíciles pruebas de acceso para apuntarte a una interminable lista de espera de pasajeros para viajar a la luna, que dudosamente se hará realidad en los próximos años. Ni tampoco tendrás que jugarte la vida o pagar cantidades millonarias para vivir una experiencia increíble en un paisaje lunar. Además, siempre es una buena oportunidad para hacer una espada de fin de semana o una ruta de senderismo en familia.

¿De qué estamos hablando? ¿Nos hemos vuelto completamente locos?

A veces solo hay que abrir bien los ojos para ver aquello que queremos ver, y en muchas ocasiones se encuentra mucho más cerca de nosotros de lo que pensábamos.

Ubicación del paisaje lunar

En España, en la comunidad andaluza, concretamente en la provincia de Cádiz, podrás disfrutar de un sorprendente paisaje lunar. A continuación te contamos más sobre este regalo de la naturaleza. Te explicaremos cómo se produce y te detallaremos cómo llegar a la zona y el encanto de sus alrededores.

Para situarnos en esta aventura nos ubicamos en Los Naveros, una localidad situada en la campiña entre Medina Sidonia y Vejer.

El Parque Natural de los Alcornocales, dentro del cual se encuentra Los Naveros, es uno de los más extensos de España. Aunque la mayor parte del Parque Natural corresponde a la provincia de Cádiz, una zona corresponde a Málaga.

Paisaje lunar

Parque Natural de Los Alcornocales

Pero nos quedamos en Cádiz. Repleto de bosque autóctono mediterráneo, su aprovechamiento es variado, ya que en él se recolectan setas y brezo y también tiene un uso ganadero, forestal y cinegético. Pero evidentemente su mayor aprovechamiento es la producción de corcho.

El enclave del Parque Natural de Los Alcornocales es estratégico, ya que se encuentra entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, y a su vez, entre el continente europeo y el africano.

Patrimonio histórico y cultural

Su localización geográfica ha sido fundamental para la formación de su inmenso patrimonio cultural y natural. 

Según los yacimientos arqueológicos encontrados en la zona, ya vivió en esas tierras el hombre de Neandertal. Se pueden ver tumbas antropomórficas y restos de grabados y arte rupestre que pertenecieron al Paleolítico y Neolítico.

Decenas de cuevas con gran valor artístico lo sitúan en la Edad de Bronce. Pinturas que representan las primeras embarcaciones y otras obras de arte que se encuentran en muy buen estado de conservación. 

Después de las primeras poblaciones, estas tierras fueron ocupadas por diferentes culturas y civilizaciones a lo largo de los siglos, dándole una importancia etnológica y una riqueza cultural espectacular. Se pueden apreciar  monumentos megalíticos, restos ibéricos, fenicios, romanos, fortalezas árabes, etc., una auténtica explosión de cultura.

Por todo ello, ya no es tan sorprendente encontrar casi cualquier cosa en este territorio tan especial y con tanta historia.

Los Naveros, inicio del paisaje lunar

Para llegar hasta la zona que hoy queremos destacar, la mejor opción es situarnos en el área de Los Naveros, en Vejer. Si acudes con tu vehículo propio, es recomendable dejarlo estacionado allí, y partir a pie. Hay que recorrer algo más de un kilómetro por una carretera sin arcén y llegar hasta una finca privada, dentro de la que se encuentran los Banquetillos, y por lo tanto, hay que pedir permiso al propietario para poder acceder. 

Una vez dentro, no hay un único sendero marcado, y encontraréis bifurcaciones en varias ocasiones, sigue tu intuición porque llegarás de un modo u otro. Llegaréis a una zona donde comienza una gran laja inclinada de roca arenisca, y ya ahí podréis ver las tumbas antropomórficas y observar la peculiaridad de que tienen tallada una cruz en la laja. Por ese motivo se piensa que corresponde a pequeñas comunidades cristianas que habitaban en la zona.

Paisaje lunar

Paisaje lunar Los Banquetillos

Si seguís caminando, rápidamente podréis contemplar el impresionante paisaje lunar que os habíamos prometido. Encontrareis curiosas transformaciones esféricas de piedra arenisca y otras a modo de cráteres. Algunas pueden llegar a parecer hongos, aunque de tamaño gigantesco. Otras tienen forma de sombrero mejicano o incluso de huevo frito. Podéis usar la imaginación y crear vuestras propias figuras. Pero lo cierto es que en conjunto, el paisaje de ese punto recuerda mucho a lo que siempre hemos visto que sería estar en la luna.

en otro sitio cercano y en el mismo alcornocal se mantiene idéntica fenomenología.

Paisaje lunar

Formaciones geológicas

Pero adentrémonos un poco más en este misterioso fenómeno de la naturaleza.

Entre todas las protuberancias destaca un grupo de tres cilindros que parecen cabezas queriendo salir del suelo. Semi-esferas de arenisca están distribuidas por la parte más alta de la laja. Varias de ellas se puede apreciar que están rotas o cortadas y forman un banco natural. De hecho, se cree que este es el motivo por el que esta zona es conocida como Los Banquetillos, por la forma de las piedras de banco para sentarse.

Ciertas esferas, por la gravedad, han rodado o han sido empujadas, y se encuentran en la zona de suelo arcilloso. Otras bolas tienen aspecto de haber sido cortadas a ras del suelo y colocadas de nuevo en su lugar de origen. Algunas mucho más grandes no sobresalen tanto como las anteriores de la superficie, y entre todas crean un auténtico paisaje lunar.

Podréis apreciar perfectamente la forma de cráter de algunas de las protuberancias.

Paisaje lunar

Historia geológica

No sabemos a ciencia cierta el origen de estas formaciones misteriosas, pero según expertos geólogos, parece que son estructuras sedimentarias de deformación sobre arenisca. Formaciones inorgánicas del terreno debidas a deslizamientos y arrastres provocados por el lodo que desprendió la roca a lo largo de los años, y aún blando, ayudado por algún movimiento del terreno, como pudo ser un movimiento sísmico, partió las esferas, y tal vez, posteriores movimientos tectónicos situaran otra vez algunas piedras en su lugar de origen.

Esto no es más que una especulación, pues no se ha podido demostrar el origen de semejante espectáculo paisajístico del que tan poco se habla, y que tanto misterio encierra. Merece la pena hacer una ruta y llegar hasta allí, la belleza paisajística del lugar no te defrauda en ningún momento, y al final tendrás la recompensa de poder disfrutar en primera línea de un auténtico paisaje lunar.

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